Muchas gracias, chicos!
A ver si a la próxima puedes pasarte, Alhen, que me quedé con las ganas de charlar un rato contigo.
Ismahell, no sé si tu "no sé cómo lo hacéis" respecto a las tonalidades de la piel es más bien retórico que una duda genuina jajaja. De todas maneras, dejo por aquí una pequeña guía con las pinturas que uso para carne humana, aunque más que paleta de colores y recetas de técnicas, creo que se trata más de entender a nivel conceptual, o formal, qué buscamos hacer, que cualquier otra cosa. Y partiendo de esa concepción formal y abierta, aplicarla a la piel que queramos con los tonos que queramos.
Para la carne humana, los tonos que normalmente utilizo son estos:
Y antes de meterme en el fregao', me es fundamental tener una paleta húmeda y poner en ella unas cuantas gotas de los colores que voy a usar.
Y lo siguiente que hago es hacer mezclas intermedias para tener una paleta de nueve o diez colores (rodeados en la siguiente imagen), jugando con las proporciones de las distintas pinturas.
Bien, ya tenemos todo para comenzar.
La explicación formal/conceptual para entender de qué se trata.
- Vamos a usar la paleta húmeda para que la aplicación de los colores pueda ser bastante orgánica. La paleta húmeda nos va a mantener los colores frescos durante mucho tiempo, de manera que vamos a poder acceder a "ese tono concreto", que quizás necesitemos más adelante para retocar, de una manera muy sencilla, sin tener que volver a hacer mezclas y calculando de nuevo las proporciones (algo que casi nunca vamos a conseguir).
- Alguna vez me han preguntado por qué usar magentas o colores violáceos en lugar de marrones para pintar rostros. Eso de debe a un poco de teoría del color: los colores cálidos "se adelantan a la vista" respecto a los colores fríos. Es decir, usados en el lugar adecuado, los colores fríos "se van a ir al fondo" respecto a los cálidos "que se van a adelantar", y nos van a permitir conseguir profundidad y mayor volumen en la miniatura. Y, teniendo en cuenta que estamos pintando cosas muy, muy pequeñas, es algo que nos merece la pena tener en cuenta.
Dos ejemplos que nos deja la propia Historia del Arte en los que se juega con este principio.
El primero es quizás el retrato más famoso de la historia (y no, no es el del Ecce Homo):
es.wikipedia.org/wiki/La_Gioconda#/media/Archivo:Leonardo_da_Vinci_-_Mona_Lisa_(Louvre,_Paris).jpg
En la Gioconda, de Lonardo, el fondo del cuadro está pintado en verdes, azules y grises (colores fríos), mientras que el primer plano, en el que se encuentra la protagonista, está en colores cálidos: rojos y amarillos (especialmente el rostro con muchos amarillos, para que nuestra atención vaya precisamente ahí, justo donde Da Vinci quiere que nos fijemos).
Y el segundo es un ejemplo de lo contrario:
es.wikipedia.org/wiki/El_grito#/media/Archivo:The_Scream_by_Edvard_Munch,_1893_-_Nasjonalgalleriet.png
En "El grito" de Munch, es precisamente el cielo, el fondo, lo que está pintado en rojos y amarillos muy vivos. Con una franja horizontal de colores muy fríos para crear un espacio intermedio de transición al primer plano, en el que, aunque nos seguimos encontrando con colores cálidos, están muy "enfriados" al agrisarse y usar algunos marrones.
¿Cuál es el efecto que quiere conseguir Munch en este cuadro? Justo el opuesto al que quería conseguir Da Vinci: al usar colores tan vivos en el fondo, y otros no tan vivos en el primer plano, los del fondo se nos van a adelantar siempre a la vista y el pintor "violenta" ese principio que nos permitía conseguir armonía entre colores fríos y cálidos, ofreciéndonos un cuadro en el que nuestra mirada nunca está tranquila sino muy tensa, sin ningún descanso. Una de las cosas maravillosas del cuadro es que Munch nos transmite agobio sólo con los colores, y de un modo muy, muy potente. No necesita formas para transmitirlo. Y esa angustia, tensión y desesperación nos la va a rematar luego, por supuesto, con la propia manera de pintar a los seres humanos. Una lección magistral de pintura por parte Munch en ese cuadro tan chulo y tan interesante.
Bien, pues después de esta parrafada de historia del arte, lo que tenemos que hacer es aplicar ese principio de "colores cálidos/fríos" a nuestras miniaturas en general y a nuestros rostros en particular igual que lo hace Da Vinci. A no ser que por la razón que sea nos interese violentarlo, como hace Munch.
De hecho, es el mismo principio que he seguido al pintar no sólo el rostro de Aragorn, sino la miniatura entera: si te fijas en la foto, la armadura y la ropa turquesa de Aragorn tiene colores más fríos que el rostro (aunque sigo introduciendo los suficientes cálidos para que tenga luminosidad), y donde ya utilizo colores muy, muy fríos es en el caballo y la barda (negros y marrones) para que la atención de nuestra mirada vaya justa y precisamente a Aragorn y el caballo no le quite protagonismo (y en este sentido tengo que repintar los adornos de las riendas y apagar esos rojos y azules, buscando precisamente todo esto que comento).
- Todo esto en cuanto a la elección de colores. Y volviendo a la cara, igual que los violetas y magentas, se podrían usar colores azules. Pero personalmente prefiero los violáceos porque ya me proporcionan pigmento rojo (cosa que los azules no), algo que no quiero perder al pintar un rostro humano y que tiene vitalidad.
- Teniendo clara la paleta y el motivo de la elección de colores, lo que queda es empezar a aplicarlos. Yo empiezo siempre desde el más frío, y voy subiendo hacia el más cálido (las últimas luces son una mezcla de blanco y el carne mate).
- Lo bueno de usar la paleta húmeda es que nuestros colores se mantienen frescos. Y esto lo podemos aprovechar en nuestra miniatura. El "truco" está en no dejar que los colores de la cara se terminen de secar antes de aplicar el siguiente. Así vamos a conseguir que se vayan fundiendo los distintos colores de un modo muy suave en el propio rostro (la cara en la que mejor he conseguido esto ha sido en la de Theoden, de la que puedes ver algunas fotos en la primera página de este WIP).
- Y por supuesto, un apunte técnico: las capas de pintura que vamos a aplicar tienen que ser muy finas y esto se consigue con una adecuada dilución con agua de la pintura. Si aplicamos capas gruesas vamos a conseguir un resultado bastante basto. Y por supuesto no vamos a conseguir transiciones.
- Estos principios son aplicables a cualquier tipo de piel. Si vamos a pintar una orca, por ejemplo, tiraremos seguramente de verdes o azules bastante oscuros para esas zonas más profundas. E iremos progresivamente iluminando con colores cada vez más cálidos (el amarillo es muy buen color para iluminar verdes).
-Lo que queda es simplemente experiencia para ir cogiendo poco a poco dominio en la técnica. Para eso la única guía que existe es pintar, y luego seguir pintando.
Y bueno, aquí cierro este tochamen de clase de pintura jejeje.
Espero que pueda servir a alguien, sobre todo a los más noveles. E invito igualmente a cualquiera a enriquecer este comentario con más observaciones y recomendaciones teóricas y técnicas sobre el pintado.
Un saludo!