Alan y Michael PerryOs traemos un nuevo artículo de la serie de reportajes dedicados a los escultores más conocidos de la gama de miniaturas de El Señor de los Anillos. En esta serie no podían faltar los irrepetibles Alan y Michael Perry, los más prolíficos escultores de este juego y una auténtica institución en el mundo del miniaturismo.

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Alan y Michael Perry nacieron en 1961 al norte de Londres en el seno de una familia trabajadora. Su padre (electricista) y su madre (costurera) ambos con gran talento creativo, siempre les apoyaron en su camino artístico. 
Empezaron a aficionarse a las miniaturas a la edad de 10 años. Cada sábado solían coger el autobús para comprar miniaturas de Minifigs, la principal empresa de miniaturas por aquel entonces en el Reino Unido, en una tienda local llamada Mike Models. A esa misma tienda llevaban también miniaturas que previamente habían habían pintado para enseñárselas a los dependientes e incluso exponerlas en el escaparate de la tienda.
A los 15 años, animados por Steve Attwood -un trabajador de Mike Models- empezaron a modelar sus primeras figuras a escala 54mm y 90mm para si mismos. Aunque compraban muchas miniaturas no lo hacían con el objetivo de crear ejércitos, en ese momento era por puro coleccionismo no para jugar con ellas. 
Por aquel entonces tampoco conocían las diferentes masillas que había para modelar, así que las primeras figuras que modelaron lo hicieron utilizando pasta para reparar madera (su padre era aficionado a la carpintería) y plastilina. Años mas tarde reconocerían que esas miniaturas eran horrorosas.

Alan y Michael PerryAlan y Michael Perry en los años 80

En 1978, antes de terminar los estudios, a través de los contactos de Steve Attwood, se enteraron de que Games Workshop estaba buscando gente para modelar miniaturas. El problema es que en aquella época sólo habían modelado miniaturas de 54mm y 90mm, no habían trabajado nunca a escala 25-28mm que buscaba GW. Aún así, se presentaron en la primera tienda que tuvo GW en el barrio londinense de Hammersmith (que también tenía el estudio de la revista White Dwarf en el piso superior) y allí les pidieron que modelaran un par de miniaturas para ver de qué pasta estaban hechos. Modelaron una docena de figuras, principalmente goblins y se las presentaron a Ian Livingston, Steve Jackson y Albie Fioresus. Las miniaturas debieron ser suficientemente buenas porque empezaron a trabajar para Games Workshop como escultores freelance ese mismo año (1978). 

Sin haber acabado sus estudios secundarios, su primer contrato fue por horas. Los primeros meses trabajaban cobrando 3 libras esterlinas la hora, lo que para ellos era una pequeña fortuna teniendo en cuenta que hasta entonces ganaban algo más de una libra a la semana repartiendo periódicos. Trabajaban una media de 5 horas en cada figura sacando 15 libras esterlinas por trabajo y para los años 70 eso era bastante dinero.

GW storeColas para entrar en la primera tienda Games Workshop y sede de la White Dwarf

Ellos mismos reconocieron en una entrevista que fue muy emocionante ver como algo que habían creado ellos se vendía a gran escala. Además en los primeros años GW no utilizaba blisters sino que vendía las miniaturas en bolsas de plástico con un cartón plegado en la parte superior en el que, además del logo ponían los nombres de los escultores. Para dos chavales de apenas 18 años eso fue muy emocionante. 

Sus primeros trabajos en Games Workshop fueron en las gamas de Fantasy Adventurers, Fiend Factory y más tarde en la de Fantasy Tribes. Con los años, la empresa fue creciendo y acabaron esculpiendo miniaturas prácticamente para todos los juegos de la compañía como los principales warhammer Fantasy o Warhammer 40K.
En los primeros años tenían mucha libertad para esculpir lo que quisieran, no recibían demasiadas instrucciones ni de los diseños que tenían que seguir ni de los materiales que debían utilizar. Esto al principio les causó algún que otro problema ya que desconocían completamente como se hacían los moldes y algunas de sus figuras tenían un nucleo de platilina el cual explotaba dentro del molde. Aprendieron a base de prueba y error, igual que aprendieron a esculpir tratando de hacerlo mejor cada vez.

Desde muy jóvenes ambos hermanos han sido ávidos coleccionistas de armas y armaduras antiguas, llegando a atesorar una gran colección en sus casas. En 1980, gracias a un amigo que conocía su afición por la historia militar, se iniciaron en la recreación histórica formando parte de varias asociaciones como la English Civil War Society. Fue en una de estas recreaciones, concretamente en una de la batalla de Crécy en Francia (1996), donde Michael Perry perdió parte de su brazo derecho en un accidente cuando una de las bombardas que estaba manipulando estalló. Fue rápidamente evacuado al hospital de Lille y consiguieron salvarle la vida pero no pudieron evitar amputarle parte del brazo. A pesar de ser diestro a los pocos días ya estaba volviendo a esculpir con su mano izquierda con la misma habilidad.

Unos años antes de aquello, Bryan Ansell, por aquel entonces directivo de Games Workshop y autor de Warhammer Fantasy junto con Rick Priestley y Richard Halliwell, funda la empresa Wargames Foundry y les ofrece a los gemelos Perry esculpir miniaturas históricas para la misma. Alan y Michael aceptan y empiezan a compatibilizar su trabajo en Games Workshop con el de Foundry, algo que en un primer momento funcionaba bien ya que Games Workshop sólo producía miniaturas de fantasía mientras que Foundry sólo trabajaba la gama histórica. Pero en algún momento, Foundry se lanzó a comercializar miniaturas de fantasía en clara competencia con GW. Este cambio de política perjudicó a los hermanos Perry, ya que tenían una gran afición por las miniaturas históricas y se vieron obligados a abandonar Foundry por conflicto de intereses con Games-Workshop. En ese momento alguien les sugirió que quizás debían lanzar su propia empresa de miniaturas históricas y así es como nació Perry Miniatures el 4 de julio de 2001. Pero unos años antes de esto, en 1999, llegó el proyecto de El Señor de los Anillos...

Alan y Michael ya sabían dos años antes que algo se estaba cociendo porque eran amigos de John Howe desde 1985 al haber coincidido con él en eventos de recreación histórica (John era también aficionado y formaba parte de un grupo de recreación suizo). Sabían que se estaban haciendo las películas y que John estaba involucrado en el proyecto antes de que Games Workshop se hiciera con los derechos. Así que no se sorprendieron demasiado cuando uno de los directivos de GW entró en el taller donde estaban trabajando, cerró la puerta y les comunicó que la empresa había conseguido la licencia.

En ese momento todo fue muy deprisa, tenían que esculpir a toda velocidad unas miniaturas de prueba, castearlas y pintarlas ese mismo fin de semana para poder presentarlas el miércoles siguiente. Hay que tener en cuenta que por aquel entonces apenas había un par de imágenes en internet de lo que estaban haciendo en las películas, no tenían suficientes referencias en las que basarse para esculpir. Fue en ese momento cuando los gemelos Perry le dijeron a Jervis Johnson que conocían a John Howe y que quizás él pudiera darles alguna imagen más para empezar a trabajar. Lo intentaron pero finalmente no pudieron conseguir material adicional por el gran hermetismo que había en torno a las películas.

Ese fin de semana Michael Perry estaba de viaje por lo que Alan tuvo que trabajar a destajo con la única ayuda de un par de imágenes de internet y modelar las primeras miniaturas de El Señor de los Anillos: un orco de Moria y otro de Mordor. Más adelante Alan se daría cuenta de que había confundido la escala, ya que había modelado al orco de Moria demasiado grande y al de Mordor muy pequeño. Pero aún así las miniaturas fueron casteadas, pintadas y enviadas a Nueva York a tiempo para pasar la prueba.

Una vez superadas todas las pruebas y con la licencia en el bolsillo, GW les "encerró" en una habitación junto con Brian Nelson y Gary Morley para esculpir las primeras miniaturas del juego. La confidencialidad era tan estricta que esa sala tenía un guardia de seguridad en la puerta en todo momento. 
Ya con suficientes imágenes y material gráfico de Weta Workshop pudieron reproducir fielmente a los personajes de las películas. La exigencia por aproximarse todo lo posible al aspecto real de los actores daba lugar a situaciones ridículas como tener que esculpir 26 cabezas de Aragorn diferentes y seleccionar cual de ellas se parecía más a Viggo Mortensen. Y esta exigencia no se limitaba únicamente a la cara, también a las proporciones del cuerpo de cada actor.

Entre sus primeros trabajos para el juego se encuentran miniaturas icónicas como primeros los orcos de Mordor de metal, los lanceros y arqueros de Númenor o los exploradores uruk-hai de Lurtz. Todos ellos comercializados a finales de 2001 cuando Games-Workshop lanzó La Comunidad del Anillo. Su estilo de modelaje es tan similar que muchas veces, echando la vista atrás ellos mismos no son capaces de reconocer si una miniatura la esculpió Alan o Michael.


Orcos de modor de metalOrcos de Mordor de metal

Aunque otros muchos escultores fueron entrando y saliendo en el proyecto, Alan y Michael Perry han sido sin ninguna duda los más involucrados, impregnando un sello inconfundible a la gama de miniaturas de la Tierra Media. Prueba de ello es que más del 80% de las miniaturas de El Señor de los Anillos han sido esculpidas por ellos.

Participar en este proyecto también les ha permitido conocer y compartir experiencias con artistas de Weta como Richard Taylor y Tania Rodger quienes admitieron admirar el trabajo de los Perry. También han podido conocer a Peter Jackson, otro apasionado de las miniaturas, del que al final se han hecho muy amigos, llegando a darle incluso clases de modelismo y participando en otros proyectos al margen de las películas.


Alan y Michael PerryPeter Jackson con Alan y Michael Perry

Después de la premiere de las Dos Torres en París, y gracias a haber modelado algunas miniaturas de 54mm para Peter Jackson, fueron invitados junto con Brian Nelson y Alessio Cavatore a visitar el rodaje extra de El Retorno del Rey. Finalmente aparecieron en la versión extendida como guerreros de Rohan caídos alrededor de un Mumak justo antes de que Pippin encuentre a Merry herido. Pocos saben que los 4 pudieron haber aparecido luchando en la batalla de la Puerta Negra si hubieran permanecido unos días más en Nueva Zelanda, ya que la escena se rodó posteriormente y les habían ofrecido participar en ella. Por desgracia tenían un avión que coger y no pudieron hacerlo. Aún así, los Perry siempre han reconocido que esta fue una de las épocas más apasionantes de su vida como escultores.

Batalla de los Campos de PelennorDe izq. a dcha: Alesio Cavatore, Alan Perry, Brian Nelson y Michael Perry

En el verano de 2014, tras más de 36 años trabajando en Games Workshop y 15 en las gamas de El Señor de los Anillos y El Hobbit, anunciaron su marcha de la empresa británica para dedicarse a su gama de miniaturas históricas y a otros proyectos personales. Las últimas figuras que esculpieron para el juego fueron las de las dos últimas películas de El Hobbit, como el magnífico dragón Smaug obra de Michael Perry.

SmaugMiniatura de Smaug esculpida por Michael Perry

Tras su marcha de Games Workshop siguieron residiendo en Nottingham con sus familias, como muchos gemelos viviendo viviendo muy cerca el uno del otro, y trabajando en su empresa Perry Miniatures. También han continuado con otros proyectos como las miniaturas de la Primera Guerra Mundial de Peter Jackson y son muy habituales en eventos relacionados con el hobby, especialmente de ambientación histórica.

Grupo

Alan y Michael Perry en una imagen de junio de 2023


OTROS CAPÍTULOS DE LA SERIE
- Capítulo 1: Gary Morley
- Capítulo 2: Brian Nelson
- Capítulo 3: Trish Morrison

 


Comentarios  
skopelos
#1 skopelos 15-06-2023 17:27
me encantan estos articulos!! hay cosas que no conocia de estos de pedazo de artistas
Cruello DVille
#2 Cruello DVille 17-06-2023 07:13
Todo un acierto estos repasos, sí.

Hace poco les hablaba a mis hijos del desafortunado accidente de Michael al descubrir ellos una foto en la que estaba esculpiendo con el brazo mecánico. Se quedaron atónitos y muy impresionados por la capacidad de superación.

¡Gracias por rescatar a tantos ilustres!

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