A lo largo del documento descubriremos una serie de reglas que permitirán, por ejemplo, crear diversas construcciones en las regiones, que nos favorezcan en varios sentidos, tales como puertos para poder aprovechar los ríos como vías de transporte de tropas (pudiendo a su vez acometer ataques costeros) o puestos fronterizos para controlar mejor las acciones enemigas en nuestros territorios. Asimismo, los generales podrán utilizar diversas argucias para imponerse a sus rivales pudiendo tender emboscadas, enviar sigilosos asesinos a neutralizar héroes enemigos concretos en mitad de la noche o implorando la ayuda de los Valar para, con su bendición, obtener la victoria en las condiciones más difíciles. Tomar prisioneros, sufrir deserciones, pactar treguas, romper alianzas, crear líneas de suministros para abastecer a las tropas de armas y provisiones, asaltar campamentos, asediar fortalezas...